El litigio estratégico es concebido como una herramienta, a partir de un caso particular, pueda convertirse en un caso ideal para avanzar en la transformación del ordenamiento jurídico. 

Se trata del litigio proyectado para alcanzar objetivos que rebasen el interés del cliente en lo particular y a través de este promover un impacto en la sociedad, dentro del margen de la administración de Justicia.

Mediante la judicialización de un caso emblemático de vulneración de derechos particulares, se logra impulsar la implementación de soluciones tanto para las personas directamente afectadas, como para el resto de los grupos de interés en situación fáctica y jurídica similar; mediante la presentación de casos paradigmáticos en los tribunales. 

Además de beneficiar a los afectados concretos, impulsa una reforma institucional de relevancia, o por lo menos poner una determinada cuestión en la mesa de discusión o en la agenda judicial y legislativa.

Es el abogado que integra a su capacidad profesional y personal los conocimientos de otras disciplinas distintas a su especialidad, otras profesiones y especialidades que considera necesarias para la solución de un conflicto que afronta el cliente.

Es así, como se integra al equipo un contador forense, periodista investigador, grafólogo, investigadores de campo, sicólogo forense, etc.; que se complementan en torno a la teoría del caso que debe ser probada en determinado escenario judicial.

Avocar el conocimiento de una situación conflictiva comunicada por el cliente, exige la alineación de un grupo especial de trabajo, que, de acuerdo con las características de cada caso, requiere la competencia y el conocimiento experto de diversas disciplinas.

Es así, como en algunos proyectos es necesario integrar la visión de un especialista en derecho penal, en otras, un laboralista, una sicóloga clínica o un contador forense, para establecer en cada situación particular la comprensión profunda y completa del caso en estudio, para posteriormente alinear los esfuerzos interdisciplinarios bajo una sola hipótesis o teoría del caso.

Establecida la teoría hipótesis del caso concreto, seanalizan los presupuestos jurídicos o normativos sobre los cuales se estructura la estrategia definida.

Este análisis permite conocer la viabilidad y porcentaje de éxito o grado de riesgo judicial que se está asumiendo. Hoy día los fallos judiciales se profieren en gran medida sustentados en los precedentes judiciales aplicables a casos similares, lo que permite la medición del resultado conforme a las pruebas que se disponga o se puedan estructurar con el equipo forense a través de un dictamen o experticia.

En esta etapa el cliente provee toda la documentación relacionada al caso, así como la relación de testigos y toda información que se considere útil, pertinente y oportuna para acreditar la Teoría del caso concreto. Una vez analizada toda la información recaudada, se verifica si se cuenta con suficiente arsenal probatorio o se requiere de complementación mediante dictamen forense de parte.